La paz ha sido una preocupación recurrente en las Relaciones Internacionales, lo que ha llevado a que en las últimas décadas surjan grandes debates alrededor de la forma como debe ser comprendida y aún más, en la que debe ser construida. Todo esto ha conducido al establecimiento de un modelo hegemónico implementado tanto por las principales potencias mundiales, como por organizaciones y organismos internacionales. Aunque este modelo ha logrado contribuciones significativas en el desescalamiento de conflictos, también ha revelado efectos negativos, especialmente derivados de la intervención en los asuntos internos de países afectados por la violencia y la imposición de políticas desconectadas de las realidades territoriales. En este contexto, han surgido posturas críticas que vienen proponiendo formas diferentes de comprender la paz, mucho más cercanas a las comunidades y más sensibles a lo local.
Colombia, un país sumergido en un conflicto armado interno de décadas, donde cesar la confrontación y establecer una paz sostenible en el tiempo se han convertido en un propósito, a veces compartido por el gobierno central y otras veces solo impulsado desde la comunidad, es uno de esos ejemplos en el escenario internacional de la convergencia y, a veces, de la confrontación de diferentes modelos de construcción de paz. La presente investigación tiene como propósito justamente comprender ese proceso de construcción de paz en Colombia a partir de los cambios suscitados en su modelo entre los años 2010-2018.