Es un signo de piramidalismo, investigado habitualmente en el extranjero, sobre todo en los Estados Unidos.
Un discípulo de Echolls, Ctto Bendheim, que se ocupó de la historia de este reflejo, no pudo hallar el trabajo original, pero de Curschmann que cita el reflejo en uno de sus trabajos obtuvo la información de que pertenece a Johann Hoffmann, profesor de la universidad de Rostock, quien lo presentaba en sus demostraciones y clases sin llegar a publicarlo. Lo intepretaba como un signo de "hiperreflexia de las extremidades superiores".
Curschmann mencionó asimismo el descubrimiento del reflejo por Trömner, independientemente en 1913, en Hamburgo.
Keyser en 1916, lo llamó reflejo digital, nombre con el que se lo conoce también en la literatura, y lo localizó en el 6º y 7° segmento cervical, interpretándolo como un movimiento de defensa, análogo al Babinski, que se da en enfermedades "reversibles e irreversibles" del sistema nervioso.
Nosotros, por indicación del Profesor de Neurocirugía Doctor Julio II. Lyonnet lo hemos incorporado al examen neurológico habitual desde hace unos tres años.