Para el desarrollo de este trabajo seleccionamos dos actividades de una propuesta didáctica, en este caso, las elegidas, pertenecen al libro El lecturón Gimnasia para despabilar lectores de Maite Alvarado (1989). Considero relevante el hecho de que este libro fue pensado por la autora como una serie de ejercicios para facilitar que chicos de 11 a 13 años adquieran habilidades de lectura, no obstante, estas actividades abordadas son pertinentes para trabajar con alumnos y alumnas de primer grado, relaborándolas en función de las características del grupo y al contexto en el que desarrollo mis prácticas docentes. Al recorrer estas propuestas como las de Alvarado (1989), Pescetti (2012), Lardone y Andrueto (2003), entre otras, podemos reconocer continuidades con el tipo de producción formulada por los estructuralistas argentinos caracterizadas por un trabajo con los distintos niveles de la lengua (Massarella, 2017). Como señala Cuesta (2019) “ya estaba en los estructuralismos… ya estaba en la certeza de que ello se conseguía a través de consignas de lectura y escritura que pusieran a producir a los estudiantes, muchas de ellas orientadas desde la imaginación, la creatividad y lo lúdico” (p. 291). Es valioso recuperar esta historicidad de la producción de propuestas didácticas en nuestro país, aunque los enfoques que se desarrollan en las políticas educativas actuales reformulen estas propuestas como innovadoras o las refieran “regresivas”, “obsoletas”, “tradicionales”, ya que, siguiendo con Cuesta (2019) no se trata de que ahora se hace algo distinto en términos de matrices ideológicas, y en términos metodológicos, tampoco.