En la campaña 2022/23 en la Argentina, se implantaron 7,1 millones de hectáreas de maíz, de las cuales 125 mil has fueron en la Pampa Deprimida, mostrando un incremento del 0,25% anual en la última década, esto significa un desplazamiento de la frontera agrícola del cultivo hacia suelos con altos niveles de sodio en los horizontes sub-superficiales. Surge entonces el desafío de comprender como se desempeñan los cultivos en estas condiciones. Los objetivos del siguiente trabajo son: 1) avanzar en el conocimiento del rol del horizonte Bt con diferentes contenidos de sodio (Na+), en la provisión de agua al cultivo de maíz bajo diferentes regímenes hídricos, 2) evaluar el impacto de diferentes PSI del horizonte Bt sobre el rendimiento del maíz y 3) evaluar el desempeño del cultivo de maíz a diferentes estreses (sequía y sodicidad). Durante el ciclo 2019-2020 se realizó un ensayo de maíz tardío en micro-parcelas. Se utilizó un DCA con dos tratamientos: 1) Control y 2) Sequía y 6 repeticiones, el factor “Na+ en el horizonte Bt” se tomó como una covariable. Se midió semanalmente: la humedad gravimétrica, alometría en plantas, la tasa de crecimiento del cultivo, el índice de área foliar máximo, al final del ciclo se cosecharon las parcelas y se determinó el rendimiento en grano (RG) y sus componentes numéricos, número de granos (NG) y peso de mil granos. Se observaron mayores niveles de estrés hídrico asociados a mayores PSI, sólo en los períodos de mayor demanda hídrica del cultivo. El rendimiento cayó 134 kg ha-1 por cada unidad que se incrementó el porcentaje de sodio intercambiable (PSI), asociado a niveles crecientes de sodicidad. Estos resultados son muy relevantes, ya que proporcionan una nueva visión en la posibilidad de implantar cultivos en suelos sódicos.