Sostengo aquí que la construcción cotidiana de “lo estatal” en las experiencias que dan vida concreta a las políticas estatales solo se termina de comprender si incorporamos al análisis los elementos afectivos presentes en las instancias de participación y organización cotidianas, entendiéndolos no solo como momentos disruptivos, sino -siguiendo a Caulhoun (2001: 54)- como inversiones emocionales que día a día permiten la continuidad de prácticas locales y estabilizan estructuras sociales.
De acuerdo a dicha preocupación, reconstruyo con perspectiva etnográfica las prácticas que llevan adelante las mujeres que realizan la contraprestación de planes sociales en una copa de leche, espacio-momento de la política social asistencial que condensa una multiplicidad de sentidos, relaciones y actores, atravesado por lógicas de intervención estatal, mediante la gestión de planes de empleo y del reparto de recursos alimentarios (D’Amico, 2010). El trabajo busca analizar el lugar de las emociones en una experiencia que se organiza en torno a una política estatal de alcance nacional -la política de planes sociales- en un espacio local, para comprender las dinámicas que adopta esta forma de presencia estatal en la vida cotidiana.