La autora entiende que el regreso de Lula a la presidencia (2023) ha reactivado el interés brasileño por BRICS, que Spektor (2024) relaciona con el hecho que el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y la negociación con la Unión Europea (UE) no brindaron la proyección global que Brasil deseaba. En consecuencia, solo le quedaría BRICS, donde Brasil asumirá la presidencia pro tempore en enero de 2025. Ello hace necesario analizar la incidencia de su pertenencia al grupo en su política exterior postpandemia.