Pensar el concepto de “dispositivo técnico” desde las carreras de Periodismo y Comunicación implica una articulación inmediata con la noción de “medio”. En tal sentido, conviene comenzar citando la definición elaborada en 1994 por José Luis Fernández, quien entendía al medio como: “todo dispositivo técnico o conjunto de ellos que, con sus prácticas sociales vinculadas, permiten la relación discursiva entre individuos y sectores sociales, más allá del cara a cara” (p. 37). Justamente, los dispositivos tienen la capacidad de “permitir” la relación discursiva entre dos instancias, ya sean individuos o grupos de ellos, que pueden no ser presenciales. En tal sentido, los dispositivos técnicos se vuelven medios cuando las prácticas son extendidas tanto en su alcance como en su historicidad y uso. Eliseo Verón (2004 [1998]) lo grafica claramente: “El término ‘medios’ designa para mí no solamente un dispositivo tecnológico particular (…) sino la conjunción de un soporte y de un sistema de prácticas de utilización (producción/reconocimiento)” (p. 194). Un mismo dispositivo puede ser, al mismo tiempo, distintos medios. Aunque ambos utilizan el mismo dispositivo, un video casero con imágenes de unas vacaciones y un programa de televisión no pueden considerarse como el mismo medio.