Hablar de una cultura latinoamericana es hablar de una suma de prácticas diversas, que llegan a constituirse en un todo heterogéneo y complejo, en el que se perfilan planteos y preocupaciones sobre la dificultad de definir y de caracterizar "lo latinoamericano" por medio de lo cultural. Los constantes cambios y el cúmulo de valores tienen cada vez más respuestas en ámbitos, de por sí, multidisciplinarios. Dentro de ese contexto, la cultura responde en términos convencionales, estancos, haciéndose imprescindible la creación de ámbitos flexibles que den lugar a la compatibilización de lenguajes y de propósitos como insumos dentro de los espacios de decisión.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)