Educación y diabetes: estrategia eficiente para lograr la homeostasis clínico-metabólica

Abstract

Diabetes has been showing a constant growth all over the world and, in Argentina, its prevalence has increased a 51% during the period between 2008 and 2015, especially at the expense of its more frequent clinical form, type 2 diabetes (1). This percentage is worrying but even more so if we pay attention to the development of its chronic complications, consequence of a poor metabolic control in patients (2). Said complications decrease the life quality of the people who suffer them and they meaningfully increase health care costs (3). An effective alternative to overcome this situation is the implementation of diabetes education programs: form healthcare team members to people with diabetes, as postulated by Joslin already in 1925. Their efficacy has clearly been demonstrated through the different studies developed in Argentina. The first of them, referred to the training of medical practitioners implemented by the Argentine Diabetes Society (PROCAMEG), showed a clinical-metabolic improvement in all the indicators evaluated in patients that received treatment from the doctors trained the year it was implemented, and it was associated with a meaningful decrease of hospital admissions.

La diabetes muestra un crecimiento constante a nivel global y en Argentina, en el período 2005-2018, su prevalencia aumentó un 51%, fundamentalmente a expensas de su forma clínica más frecuente, la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) (1). Este porcentaje es preocupante pero más aún si observamos el desarrollo de sus complicaciones crónicas consecuencia del pobre control metabólico logrado en estos pacientes (2). Dichas complicaciones disminuyen la calidad de vida de quienes las padecen y aumentan considerablemente el costo de su atención (3). Una alternativa eficaz para superar esta situación es la implementación de programas de educación diabetológica: desde integantes del equipo de salud hasta las personas con diabetes, ya enunciada por Joslin en 1925. Su eficacia ha sido claramente demostrada mediante diversos estudios desarrollados en el país. El primero de ellos, referido a la capacitación de médicos generalistas implementado desde la Sociedad Argentina de Diabetes (PROCAMEG), demostró una mejoría clínico-metabólica de todos los indicadores evaluados en los pacientes tributarios de los médicos capacitados al año de su implementación, asociada a una disminución significativa de las hospitalizaciones.