Determinación de la eficacia antiparasitaria mediante la aplicación de un test de reducción de conteo de huevos (TRCH) en una cabaña de ovejas Hampshire Down en Fortín Tiburcio, partido de Junín, provincia de Buenos Aires

Abstract

En Argentina en las dos últimas décadas el stock ovino se ha incrementado, fundamentalmente por la implementación de programas nacionales. El consumo de carne ovina y la producción de lana han experimentado un aumento, donde el 75% de esta última se exporta. Dentro de las diversas enfermedades que afectan a los ovinos, la gastroenteritis verminosa tiene una gran importancia. Esta es una parasitosis producida por parásitos del phylum nematoda, entre los que se destacan los géneros Trichostrongylus spp, Ostertagia spp, Cooperia spp, Haemonchus spp, Nematodirus spp, Bunostomun spp, Oesophagostomun spp, Strongyloides spp y Trichuris spp. Las especies del género Haemonchus spp son las que más daño producen, principalmente, pérdidas productivas y económicas. La dinámica poblacional de estos nematodos difiere de una región a otra debido al estrecho vínculo que tiene con los factores medioambientales. En los últimos años ha surgido como problemática la resistencia a las drogas antiparasitarias más utilizadas para su control y tratamiento, esto como resultado del uso excesivo o mal uso de estas. Con el objetivo de determinar la eficacia de las drogas más empleadas (ivermectina, albendazol, albendazol/levamisol y closantel) se realizó un estudio en una cabaña de ovejas Hampshire Down en Fortín Tiburcio, partido de Junín, provincia de Buenos Aires, en septiembre del 2019 utilizando el test de reducción de conteo de huevos (TRCH) en una población de 203 ovinos. Se conformaron 4 grupos (12 animales/grupo) para cada una de las drogas antes mencionadas. Los coprocultivos mostraron que el género más predominante es Haemonchus spp, seguido de Trichostrongylus spp y en menor medida Teladorsagia spp. En cuanto a la eficacia de las drogas, el closantel y el albendazol/levamisol mostraron una eficacia superior al 95%, no así las otras dos drogas que presentaron eficacia menor al 60 %. La resistencia a los antiparasitarios, sumada al pobre desarrollo de nuevas drogas en el mercado, ha generado un gran problema a la hora de realizar tratamientos, y, por ende, en el control de la gastroenteritis verminosa. Es por ello que los métodos de monitoreo mediante la utilización de HPG y coprocultivo, se han convertido en una gran herramienta a la hora de realizar tratamientos estratégicos, y en conjunto con la realización de un TRCH o de un test de eficacia controlada (TEC), es posible determinar cuál es el antiparasitario más efectivo en un establecimiento, teniendo en cuenta las especies que conforman las poblaciones en un potrero.