Ruinas industriales en la ciudad contemporánea

Abstract

A nivel nacional, el interés por la reconversión de piezas industriales en equipamientos de uso colectivo viene en crecimiento. Existen casos notables de infraestructuras que mediante la reprogramación funcional y cierta elaboración material han sido puestas en valor, como el paisaje urbano-portuario de Puerto Madero, la ex Usina Pedro de Mendoza o la recuperación edilicia del antiguo Molino Franchino. Sin embargo, las huellas industriales son un Patrimonio emergente, todavía no suficientemente valorado; por lo que muchas áreas industriales se encuentran obsoletas y descontextualizadas dentro de las ciudades de nuestro país. El ex Molino Werner es un edificio que pese a su estado actual de abandono, sigue siendo una de las construcciones más importantes de Santa Rosa; representa un testimonio de la Arquitectura Industrial de principios del S XX, siendo fundamental en el desarrollo de la vida económica y social de la ciudad. Aún hoy, impacta la presencia viva de esa historia, que involucra aspectos económicos, sociales, culturales y afectivos en la población local. La memoria ligada al trabajo en el molino, sigue presente en muchos testimonios como referencia cultural por su importancia en la conformación de IDENTIDAD en la ciudadanía. Entonces ¿Cómo es posible INTERVENIR una estructura que ha dejado de ser competitiva y sustentable económicamente? ¿Cómo evitar la pérdida de un conjunto edilicio que interactúa con el paisaje urbano, además de determinadas modalidades de vida, conductas, oficios y saberes que comienzan a desaparecer con el cierre industrial? REHABILITACION: Un proyecto de rehabilitación realiza transformaciones constructivas, pero debe ser capaz de mantener los valores esenciales de aquello que rehabilita y que proceden de la realidad arquitectónica y urbana de la que parten. Cuando se adopta la rehabilitación, en alguna medida se esta asumiendo el valor original de lo existente. RE-PROGRAMACION: La rehabilitación conlleva inevitablemente la adaptación a nuevos usos que se adecúen a las demandas de la sociedad contemporánea. Se plantea la exigencia de encontrar un destino compatible con las características tipológicas y espaciales de la preexistencia, preservando su valor histórico-cultural.