El desarrollo de la demografía matemática yace en la necesidad de generar herramientas cuali y cuantitativas que permitan estimar y proyectar en tiempo y/o espacio los posibles cambios numéricos de una población, sobre la base de las condiciones ambientales que inciden sobre ella y de sus propias capacidades reproductivas, considerando su posible contribución y distribución en las diferentes edades, y de acuerdo a la posibilidad de su explotación de recursos ambientales. Así como, a la interacción entre los individuos de la población o con otras unidades organísmicas. Además, estas herramientas permiten generar estrategias de control y adecuación numérica de las poblaciones, según el objetivo de manejo se dirija a su conservación, explotación o control como en el caso de las plagas.
Ahora bien, ordenar los individuos y reconocer los eventos más importantes que determinan sus ciclos vitales, desde el nacimiento a la muerte de los organismos de la población, así también como crecen y se reproducen. Según sus cualidades diferenciadas y abundancia, se pueden obtener parámetros y estadísticos que generan aproximaciones de la dinámica de su cambio numérico. Del mismo modo, es necesario obtener y analizar los conocimientos básicos previos, vinculados a las características de los organismos que conforman la población y al menos los rasgos esenciales de su historia y estrategias de vida (Begon et al., 1995).