De espectador crítico a compositor de imágenes

Abstract

Las prácticas de <i>found footage</i> -películas realizadas con material preexistente, imágenes que conforman el acervo audiovisual del siglo XX y XXI-, datan de unos cuantos años, aunque su denominación como tal sea más bien nueva. Desde los años veinte, los soviéticos dedicaban especial atención al montaje de archivos filmográficos, conocidos como remontajes; entre ellos, se destaca la trilogía sobre la historia de Rusia realizada por Esfir Shub, antigua colaboradora de Dziga Vertov en el cine-ojo. Los tres films que la componen están enteramente realizados con material de archivo: <i>Padenie dinastii Romanovykh</i> (<i>La caída de los Romanov</i>, 1927), <i>Velikj Put'</i> (<i>La gran ruta o El gran camino</i>, 1927) y <i>Rossija Nikolojo II i Lev Tolstoi</i> (<i>La Rusia de Nicolás II y Tolstoi</i>,1928). También el film <i>Haxan</i> (<i>La brujería a través de los tiempos</i>, 1922), escrito y dirigido por Benjamin Christensen entre 1919 y 1921, reconstruye la historia del misticismo y la hechicería en una mezcla de documental y ficción dramática en la que combina una variedad de imágenes propias y de archivo, no sólo filmográficas sino también pictóricas, dibujos, fotografías, etcétera.

<i>(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)</i>