Estudio estratigráfico y tectónico de una sección de la sierra de Aguarague entre Q. Yacuy y Q. Tres Quebrada

Abstract

La zona estudiada que comprende un segmento de la serranía de Aguarague entre las quebradas de Yacuy y Tres Quebradas, cerca de Aguaray, presenta problemas de real interés por lo cercano de la zona con aquella donde están ubicados los yacimientos petrolíferos. Desde el punto de vista de la estratigrafía, participa casi enteramente con la revisada en superficies y profundidad en los yacimientos petrolíferos. En cuanto a la tectónica, los rasgos generales son comunes a los observados mas al sud. Dos complejos sedimentarios de edad dispar fueron reconocidos; uno superior referido al Terciario (Mioceno superior hata el Plioceno) y otro inferior subdividido en dos grupos. El primero de ellos, aunque de edad incierta pero mas moderno está representado por un único piso, el Mandiyuti ("areniscas inferiores" de Schlagintweit) asentado posiblemente por medio de una discordancia paralela sobre la segunda sección. Esta está integrada por depósitos de origen glacial, fluvio-glacial y glaciolacustre y fueron referidos al Permo-Triásico. Sobre el Mandiyuti descansa discordantemente el Terciario por medio de un conglomerado calcáreo con pedernal que constituye el horizonte guía de la zona y fué denominado Galarza, u "horizonte calcáreo de Galarza" . Otros planos discordantes quizá se intercalen entre los depósitos glaciales aseveración que escapa a toda posibilidad de comprobación, dada la normalidad aparente con que se pasa de una sección a otra. La fuerte tectónica terciaria ha borrado todo vestigio de movimientos anteriores, haciendo imposible la identificación en el terreno de discordancias primitivas. Tales anormalidades solo pueden ser inferidas por correlación estratigráfica comparando zonas relativamente cercanas. Podemos considerar las series estratigráficas revisadas en este trabajo, como representantes de los depósitos acumulados en tres cuencas diferentes. La primera cuenca ocupada por el mar devónico abarcó toda la extensa zona de las Sierras Subandinas. Sus depósitos fueron plegados y levantados a diferentes niveles, y como consecuencia de ello la erosión posterior fue acentuándose localmente separando cuencas secundarias. Uno de estos levantamientos separó, a la altura del paralelo de Orán, dos nuevas cuencas de sedimentación. Una meridional en conexión con otras cuencas menores queda fuera de los límites de nuestro interés y otra septentrional ampliamente extendida hacia el norte, hasta el centro oriental de Bolivia y que corresponde a nuestra segunda cuenca. En la cuenca meridional fueron depositados los detritus de glaciales continentales (del tipo Groenlandés), alterando con otros espesores de areniscas, conglomerados y arcillas producto de los procesos variados condicionados por los cambios climáticos y diferente procedencia de los detritus glaciales. Sobre ellos y siempre dentro de la misma cuenca y por un cambio radical del clima, fueron depositados espesores variados de areniscas y conglomerados continentales productos de la denudación y acarreo posterior de los sedimentos inferiores. Posteriormente la superficie fue levantada y nivelada formando una amplia cuenca chata, ahora parcialmente comunicada con la cuenca meridional, que fue ocupada por un mar playo con todas las características de grandes lagos intercomunicados en donde se depositaron las calizas y dolomitas, areniscas calcáreas y pedernales del Horizonte Calcáreo-dolomítico o Vitiacuense. Estamos ya en la tercera cuenca de gran extensión que abarcó la totalidad de la comarca que hoy ocupan las Sierras Subandinas, llegando hasta los contrafuertes bajos de la Precordillera salto-jujeña. En la zona de estudio, como en toda aquella faja transversal de las Sierras Subandinas desde Orán hasta el río Caraparí, falta el verdadero calcáreo. Se ha depositado en su lugar un conglomerado calcáreo constituido con los componentes típicos del verdadero calcáreo. Sobre ambos se depositaron los sedimentos terciarios, aparentemente sin interrupción alguna hasta la culminación de los movimientos terciarios. Los depósitos terciarios son comunes a todas las Sierras Subandinas y parte de la Precordillera salto-jujeña, hallándoselos aun en las cuencas o bolsones del sud de Salta y Tucumán, en parte relacionados con los depósitos terciarios de La Rioja, Catamarca y las provincias de Cuyo. La estructura tectónica de la zona de Yacuy es debida a los movimientos modernos del Terciario que afectaron sensiblemente los depósitos de las tres cuencas antes mencionadas, provocando por los empujes laterales y por las dislocaciones del basamento cristalino, el plegamiento de toda la masa formando anticlinales sobreescurridos sobre sus flancos orientales. La magnitud del empuje a lo largo del plano de corrimiento, ha provocado la formación de estructuras secundarias localizadas en el bloque sobreescurrido, debidas a la diferente consistencia de los estratos afectados. Deslizamientos y fallas menores de poco rechazo afectan de tal manera la disposición de las capas que puede por ello deducirse el fuerte corrimiento a que fueron sometidas. La falla longitudinal localizada en el flanco oriental de la serranía puede notarse con mayor claridad en la parte norte de la zona estudiada debido a los contactos anormales que ella pone allí de manifiesto.