El presente artículo aborda el debate en torno a uno de los usos pacíficos de la tecnología nuclear, la producción de energía. La Agencia Internacional de la Energía Atómica ha reportado que, a finales de 2015, treinta países utilizaban energía nucleoeléctrica para abastecer sus economías. Sin embargo, la situación de esta fuente energética en los distintos países ha sufrido alteraciones a lo largo de las décadas. En el desarrollo del texto se da cuenta de los argumentos más frecuentemente invocados a favor y en contra de esta práctica, en virtud de sus riesgos y beneficios. Por un lado, se hace referencia a la relación de la actividad nuclear con el concepto de “riesgo socialmente producido”. Por el otro, se mencionan las ventajas de la misma en comparación con otras fuentes de energía, particularmente, su papel en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Finalmente, se destaca la incidencia de estos argumentos en el desarrollo nuclear de determinados países. En particular, se contraponen algunos casos relevantes de países asiáticos y europeos.