El presente artículo narra la experiencia de educación en promoción de la salud que se lleva adelante en la Escuela Agraria N° 1 de la Localidad de Florencio Varela, con estudiantes de 5a y 6a año de nivel secundario. La iniciativa que convoca en esta oportunidad, “escribir las prácticas...” pareció una buena ocasión para reflexionar sobre el proceso que estamos llevando a cabo hace ya casi dos años, desde este proyecto que hemos titulado “Salud Rural; aporte a la formación de promotores de salud comunitaria”.
Siguiendo una línea cronológica, se buscará dar cuenta del proceso previo, la puesta en marcha y la configuración actual de una propuesta que se lleva a cabo en el marco de las prácticas de extensión universitaria, en conjunto con la Facultad de Ciencias Veterinarias, Facultad de Ciencias Exactas, Facultad de Bellas Artes y cuenta con el apoyo y participación del Grupo de Educación Popular en Seguridad Alimentaria (GEPSA), del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
Con un equipo de trabajo verdaderamente interdisciplinario, en el que convivimos estudiantes y profesionales de las ciencias sociales, exactas, biológicas y bellas artes, y con un objetivo común; fortalecer las estrategias de control sobre la propia salud, entendiendo a ésta, como la posibilidad de resolver conflictos en la vida cotidiana (Ferrara, 2010), nos dispusimos a emprender la tarea de generar espacios en los que podamos reconstruir colectivamente las problemáticas relacionadas a la producción y consumo de alimentos en el ámbito rural.
De forma breve, se hará un recorrido por el proceso de configuración de una demanda, que se encuentra en evolución permanente; la conformación del equipo de trabajo; la interacción con el espacio y los desafíos que se nos han ido presentando. Una reflexión sobre cómo partimos, nos encontramos, nos entusiasmamos, nos alentamos y nos fortalecimos