El pasado 17 de diciembre de 2014 la prensa del mundo anunciaba formalmente el inicio de un proceso de diálogo entre EEUU y CUBA.
La agenda de ese proceso es compleja, atento los enfrentamientos que por muchos años marcaron las relaciones entre ambos Estados. Sin lugar a dudas el levantamiento del histórico embargo que EEUU impuso a CUBA y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y consulares, tras más de cincuenta años, son uno de los puntos más álgidos y salientes de la misma.
Si bien a lo largo de ese período hubo reuniones y negociaciones secretas entre ambos países para resolver conflictos puntuales, ninguno de estos encuentros pareció conducir al acercamiento que hoy presenciamos.
El embargo sobre el país caribeño representa en la región, no solo la violación de la soberanía de ese país y una clara violación al derecho internacional, sino que también representa el reflejo de una realidad que ya no existe: la guerra fría.