La Organización de Naciones Unidas estima que la economía subterránea representa el 3 y 5% del producto bruto interno (PBI) mundial, pero algunos expertos consideran que se eleva a un 10% del PBI (Beinstein, 2000). Dentro de la economía subterránea hay actividades informales o no registradas, y actividades ilícitas. En la región latinoamericana, la importancia de la economía ilícita es creciente y abarca entre otras actividades, narcotráfico, venta de armas, tráfico de personas, contrabando de cigarrillos, adulteración de medicamentos, etc.