La trata de personas se lleva adelante con dos grandes fines: 1. Con fines de explotación laboral y 2. Con fines de explotación sexual. En lo que refiere a la explotación laboral de acuerdo con el índice global de esclavitud que produce la fundación Walk Free (2016), los hombres parecen ser la población más vulnerable, mientras que en lo referente a la explotación con fines sexuales, son mujeres y niños las principales víctimas. Los trabajos forzados más comunes en nuestra región, siempre tratándose de labores no calificadas e intensivas, se dan en el sector agrícola, en la industria textil, en la industria de la construcción y en la minería, aunque también aparece la “mendicidad forzada” como un subtipo de explotación que podría ser laboral.
El lugar que ocupa Argentina en el ranking elaborado por la fundación Walk Free (2016) es realmente preocupante.