En español
La cautivante obra de J. R. R. Tolkien nos dejó un increíble mundo de fantasías, mitos y poesías, mediante la cual se puede vislumbrar la fascinante belleza de la realidad. Una de esas realidades es la muerte del hombre que sólo se entiende desde la vida vivida, desde la obra incompleta, desde el mandato de destruir el anillo -“mi tesoro”- con las debilidades de la propia naturaleza humana. El análisis hermenéutico a esta concisa historia se complementa con otros trabajos de Tolkien, de su amigo C.S. Lewis, de referentes como San Juan de la Cruz y Dante Alighieri, entre otros. La exégesis de este texto nos permite develar la existencia de un trasfondo de procesos psicológicos que buscan el sentido más profundo de la muerte a través del mito basado en las creencias religiosas. Creencias que están lejos de la comprensión racional y que solo se pueden entender a través de “parábolas”. Nuevamente la esperanza es un elemento que atraviesa y da sentido a la vida iluminando a la razón en aquellos oscuros y recónditos pasajes, donde el hombre moderno se encuentra sin argumentos. El bien y los valores del hombre frente al bien y a los valores de un mundo que ha perdido el norte, pero que, sin embargo, se cree trascendente frente a la efímera vida y obra de “un pobre hombre llamado Niggle” (Tolkien, 1999, p. 65).
En inglés
The captivating work of J. R. R. Tolkien left us an incredible world of fantasies, myths and poetry, through which one can glimpse the fascinating beauty of reality. One aspect of such reality is death, which can only be understood through one’s life, through unfinished work. The hermeneutical analysis of this concise story is complemented with other works by Tolkien, by his friend C.S. Lewis, of authorities such as San Juan de la Cruz and Dante Alighieri, among others. The exegesis of this text allows us to unveil the existence of a background of psychological processes that seek the deepest meaning of death through the myth based on religious beliefs. Beliefs that are far from rational understanding and that can only be understood through “parables”. Once again, hope is an element which sees through -and gives meaning to- life, thus casting light on reasoning in those dark, winding paths where modern man finds no answers. Man’s goodness and values are confronted to those of an aimless world, which, nevertheless, considers itself transcendent compared to the ephemeral life and work of “a little man called Niggle” (Tolkien, 1999, p. 65).