Cada abril se conmemora en Ruanda un nuevo aniversario del terrible genocidio, que se desencadenó con el derribo del avión presidencial de Habyerimana el 6 de abril 1994. Pero el pasado abril, no fue un aniversario más. Han pasado 20 años de aquella tragedia de la Humanidad, hecho que se llevó la vida de más de 800.000 ruandeses en pocos meses ante la mirada atónita de la comunidad internacional y la inactividad de los organismos internacionales.
Antes de la llegada de los europeos a las tierras de los grandes lagos, las tres etnias que habitaban esos lares, hutus, tutsis y twa, mantenían una cierta convivencia que se fue rompiendo con la injerencia y la manipulación de los colonos belgas y otras potencias mundiales, que fueron modificando su cosmovisión y sus modos de vivir. Una situación que, transcurridos varios años, derivó en la lucha por el poder de grupos radicales tutsis y hutus.
El presente trabajo realizará una breve descripción del estado de situación que condujo al genocidio en Ruanda, intentando mostrar las causas profundas de esta tragedia del siglo XX. A su vez, se darán a conocer los procedimientos judiciales que se pusieron en práctica para hacer justicia las atrocidades cometidas masivamente. Finalmente, se expondrá la situación actual del país, bajo el régimen de Paul Kagame, para tratar de dilucidar si se ha logrado atravesar el camino hacia la reconciliación nacional.