En Estados Unidos y América Latina están teniendo lugar una serie de cambios y debates relativos a la política de drogas que ponen en cuestión aquellos enfoques que han dominado esta área caracterizados por el prohibicionismo y criminalización del consumo y concentrados en la reducción de la oferta y la militarización de los medios utilizados en su lucha. En este marco, repasamos de forma breve algunas instancias de este reciente derrotero tomando con referencia la política doméstica norteamericana y las demandas latinoamericanas de cambio en el contexto de los vínculos interamericanos.