Que las diversas políticas intervencionistas de los Estados Unidos de América y otras potencias, se van replicando y ajustando a los moldes de cada una de las realidades de esos Estados y de sus regiones de influencia, no es ninguna novedad en el actual sistema de cosas.
Israel, con la mirada obsecuente de Gran Bretaña en su momento, o de los Estados Unidos en la actualidad, ha utilizado diversos pretextos para intervenir, ocupar y asfixiar lentamente al pueblo palestino, utilizando la fuerza descomunal con la que cuenta gracias a la anuencia de las potencias occidentales.
A la par de ese panorama político, diversos compromisos jurídicos han sido dejados de lado por Israel desde su instauración como Estado en 1948. Porque a medida que sus colonos iban llegando a las tierras que hoy pertenecen a dicho Estado, también comenzaron a entrar en conflicto con las zonas que supuestamente estaban destinadas para la creación del Estado Palestino.
En la actualidad, con la operación militar “margen protector”, Israel no hace más que dar continuidad a dicha política intervencionista y de ocupación, utilizando argumentos que el sionismo viene esgrimiendo desde antaño con destino a pulverizar toda posibilidad de un Estado Palestino libre e independiente.