El uso del lenguaje inclusivo se constituye como la herramienta de comunicación más cuestionada de los últimos años, sin embargo eso no es motivo para que deje de disputar terrenos que hace algún tiempo parecían intocables. Algunas universidades públicas se posicionaron a través de la creación de normativas que posibilitan a sus estudiantes escribir sus propias producciones en lenguaje inclusivo y por otra parte, en el actual escenario electoral, algunas de las figuras políticas más importantes apostaron a su uso. Este artículo pretende analizar la práctica del lenguaje inclusivo desde una mirada contextual que articule el rol de la universidad pública con el momento político actual.