La despersonalización de la muerte es una de las caras de la pandemia. ¿Cuál es el destino de los cadáveres? ¿Es posible garantizar un manejo seguro y respetuoso? ¿Cómo se procesan las pérdidas ante la falta de cuerpo? Mientras los fallecidos se cuentan de a miles, se habla de ellos con una opacidad difícil de atravesar.