Los “egresados 2020” en diferentes puntos del planeta ahora están encerrados, en medio del confinamiento provocado por la COVID-19 no pueden ir a la escuela y compartir con sus compañeros lo que sea que esperaron por años. No podemos ignorar, además, que “estos chicos enfrentaron el trauma de los terremotos del principio de año. Y, en muchos hogares, todavía están bregando con los arreglos de sus casas, dañadas tras el paso del huracán ‘María’. Por lo cual la educación en remoto en un contexto de emergencia, sin planificación previa, rápida y sin mucho margen para tender los ajustes ha provocado un cierto grado de desolación emocional en muchos estudiantes, según han expresado acá los psicólogos sociales. También está el problema de la ‘brecha digital’ y los fallos en el servicio eléctrico.