La sesentena en Argentina invita a repensar nuestras prácticas y futuros, como así también acerca y predispone a esas otras vivencias por el mundo, con políticas estatales y cotidianeidades que parecen estar guiadas por una única certeza: la normalidad, como construcción social, mutó en estos tiempos de pandemia. Los límites y las fronteras de la norma son objeto de disputa, de debate, de tensiones entre los poderes fácticos que traccionan en función de sus intereses. Mientras las autoridades en Argentina sesionan entre un espacio físico semipresencial y mediados por las plataformas audiovisuales, los relatos de otros territorios nos sirven no sólo para abrir el campo de conocimiento sino también para indagar en la oralidad como recurso necesario para esta coyuntura.