No sé cómo hacen. Pero junto al virus otro virus, el de la adivinación. Y entonces miles de textos, con cientos de palabras, de decenas de disciplinas, con una misma conclusión: el mundo después de esto va a ser así. O asá. O un mix de todo. Y yo no sé. Los leo, pero no sé. Porque hasta donde llego es a esto: creo que la pandemia funciona como microscopio y telescopio al mismo tiempo. Un microscopio que ahora, como sociedad, nos permite ver lo que antes no podíamos o no queríamos ver, pero que ya estaba ahí. Este mundo, este país, esta ciudad y este barrio. Con estas injusticias y estas desigualdades. Y un telescopio, porque ahora, caramba, esas injusticias y esos miedos están más cerca. Al alcance de la mano y de los corazones. Entonces, que esto de futuro no tiene nada. Esto es todo pasado y presente. Que todo, sin Covid, ya estaba ahí. Así que, me perdonarán los sopadewuhan del mundo mundial, más que predecir cómo será el futuro, que no tengo la más pálida idea, solo me animo a decir como quiero que sea. Y quiero que sea más justo. Igual que quise siempre, bah.