Guillermo Escolar editor alberga desde hace pocos años la necesaria colección Literatura y Guerra Civil, que ha rescatado títulos no reeditados de obras escritas durante los tres años de contienda o alrededor de dicho conflicto, como El hombre y el trabajo (1938) de Arturo Serrano Plaja o Guerra viva (1938) de José Herrera Petere, creadas en la zona republicana, o Checas de Madrid (1940) de Tomás Borrás o «Se ha ocupado el kilómetro 6» (Contestación a Remarque) (1939) de Cecilio Benítez de Castro, escritas en la zona afína los militares rebeldes o ya en la España franquista. Si bien las obras reeditadas no alcanzan la calidad y suficiencia estéticas de la narrativa bélica de Max Aub o de Madrid de corte a cheka, de Agustín de Foxá, la mejor novela propagandística escrita en la España franquista durante la guerra, bien es cierto que esta colección reivindica a excelentes escritores que crearon novelas ideológicamente marcadas y con la intención de catequizar políticamente a sus lectores. Estamos frente a textos propagandísticos y desde este cauce deben contemplarse.