La salud colectiva está en crisis en la mayoría de los países. La meta de equidad en salud no se ha cumplido a pesar de los reiterados enunciados de los organismos internacionales y los gobiernos nacionales. Una de las causas de este evidente fracaso se atribuye, en parte, a las limitaciones del paradigma sanitario utilizado en las últimas décadas, definido sin considerar las corrientes de avanzada en desarrollo social y que ha provocado confusión y antinomias. Por lo tanto, se considera necesario definir un nuevo paradigma en el sector salud que se incorpore a las corrientes actuales de pensamiento que sustentan los valores de equidad y justicia y que otorgan una responsabilidad activa al sector para enfrentar los desafíos de la salud para todos en el nuevo milenio.