El 12 de diciembre de 2019 marca un verdadero hito en la epopeya para que Gran Bretaña salga de la Unión Europea: Boris Johnson ganó su arriesgada apuesta de volver a las urnas con el fin de conseguir el apoyo necesario para llevar adelante el Brexit, de una vez por todas.
El partido de Johnson fue indiscutiblemente y masivamente votado por los ciudadanos británicos. Consiguió la mayoría necesaria para aprobar el plan del Primer Ministro en el Parlamento (365 escaños para los conservadores, con una mayoría pautada en 326 escaños). En pocas palabras, el Brexit va a ocurrir. Lo que hasta ahora era un vaivén de iniciativas legislativas destinadas a frenar o acelerar el procedimiento – según quién las estuviese impulsando – parece estar decisivamente destinado a suceder. El leviatán eurófobo ideado por David Cameron con el referéndum del 2016 está por materializarse.