Muchas veces, lo que hacemos en nuestras clases buscando la atención de nuestras estudiantes es “echar cuento”. Ahora, en tiempos de cuarentena, queremos plasmar cuatro cuentos sin buscar denodadamente llamar su curiosidad, sino para convocarles a la reflexión pausada, o no tanto. Dos profesoras nacidas en Colombia y dos profesores, uno también del país andino y otro de la península ibérica, queríamos escribir un cuento, o una carta, a estudiantes y colegas en estos tiempos de pandemia, la primera del siglo XXI, para contarles nuestros abordajes personales y académicos ante el nuevo panorama. Todos nosotros residentes en Bogotá, aunque eso no importa mucho ahora porque a través de la pantalla, sin la presencia física, da igual dónde te encuentres, nos conectamos con la idea de construir un texto a ocho manos, o cuatro textos de a dos manos que sumarán uno solo.