“Dentro del universo de El Eternauta”. Así nos sentimos muchos devotos de la obra de Oesterheld y Solano López cuando el silencio se apoderó de las calles y comenzamos a usar tapabocas para protegernos de esa amenaza que podría estar flotando en el aire. Si releemos las páginas de la popular historieta de fines de los años cincuenta no sólo encontraremos aspectos similares al contexto actual, sino también algunas enseñanzas que podemos aprovechar para enfrentar el “incidente” que intentamos problematizar en este nuevo suplemento de la Revista Cuestión/Question, con el rigor de los tiempos que corren. “Éramos robinsones que, en lugar de quedar atrapados en una isla, estábamos aislados en nuestra propia casa. No nos rodeaba el océano pero sí la muerte” (Oesterheld y Solano López, 2012: 20).