En tiempos de encierro y cuarentena, la radio tiene un gran espacio entre los consumos culturales. Sin poder salir de casa, con la computadora, el televisor y el celular a mano todo el día, la radio sigue encendida. ¿Por qué? ¿Qué es lo que hace que en tiempos de consumo de información y entretenimiento en hogares, dedónde no se puede (ni debe) salir, una voz que nos habla a través de un parlante que toma la señal del aire o de un reproductor de streaming sea atractivo e interesante? Primero los datos. Las principales corporaciones de radio en Reino Unido indican que sus oyentes en internet crecieron entre un 15% y un 18%. Ivoox, plataforma de radio en internet española, registra una caída en la escucha de podcasts pero un aumento del 20% en las conexiones a los streamings de las radios, en especial las informativas. Deezer, la plataforma musical, muestra lo mismo: la radio le gana al podcast y la música en tiempos de coronavirus. En Holanda, el tiempo de escucha de radio y la cantidad de oyentes marcan aumentos del 11% y el 7%, respectivamente. En Argentina, las radiostienen picos máximos históricos de conexión a sus reproductores. Kantar muestra que un 24% de los argentinos escucha más radio en internet.