La República Federativa de Brasil es el país más determinante y estratégico de la región. Su condición de pívot geopolítico extrarregional lo posiciona en un lugar vincular de privilegio en el orden relacional global. Su fuerte acervo marítimo lo lleva a ejercer una influencia natural y naval de enorme relevancia en lo político y económico, siendo el Atlántico Sur un espacio de comunicación e intercambio en el comercio mundial e intra atlántico.
El Atlántico Sur, como corredor estratégico y vía de disputa del control oceánico, determina la dinámica de competencias por el poder regional. La fuerte dependencia del tráfico marítimo a las actividades de comercio exterior constituye un reto importante para la defensa brasileña en un escenario donde históricamente las potencias preeminentes ejercen una influencia considerable en las zonas aledañas.
La denominada “Amazonia Azul”, proyecto que se extiende a lo largo y ancho de sus 4,5 millones de kilómetros cuadrados de mar, donde se encuentran grandes reservas de minerales, petróleo y una enorme biodiversidad, es uno de los objetivos estratégicos de la República Federativa de Brasil. El control y la seguridad de las líneas de comunicación marítima revisten un interés sustancial en el litoral circundante.
En este contexto de protección, preservación y explotación del gran litoral brasileño, se creó el Sistema de Gerenciamiento de la Amazonia Azul (SisGAAz), que consiste en la implementación de un conjunto de sistemas que apunta a expandir la capacidad de monitoreo y control de aguas jurisdiccionales; como así también, de regiones de búsqueda y rescate bajo la responsabilidad de Brasil.
La importancia estratégica de SisGAAz cumple con los lineamientos de la Estrategia de Defensa Nacional, en la medida en que está organizada bajo formatos de monitoreo, control trinomial, movilidad y presencia. El proyecto cubre el uso de satélites, radares y equipos de detección submarina para monitorear el mar territorial brasileño con la integración de redes de información y soporte de decisiones. En este sentido, el sistema aumenta la capacidad de responder a eventos que representan una amenaza para la vida humana, la seguridad, la economía y el medio ambiente.