Nuestras preguntas surgen a partir de advertir cierta redundancia en el modo en que percibimos problemas y elaboramos respuestas en el campo del derecho, que tiene que ver con modos muy sedimentados de producir derecho (soluciones normativas) y saberes, o conocimientos sobre lo jurídico. Es bien conocido que esos derechos, y esos saberes, terminan permeando nuestras prácticas más concretas en relación a lo jurídico que involucran tanto el ejercicio de derechos como reinvindicaciones político-jurídicas. Los modos en los que producimos, recreamos y hacemos circular saberes no se encuentran desconectados de la realidad socio-jurídica, sino que forman parte de ella de diversos maneras.