La Política Exterior del presidente republicano Donald Trump podría asociarse a la “Teoría del Loco”, principal característica de la Política Exterior del expresidente Richard Nixon, que, durante su administración, logró que los demás líderes entendieran su comportamiento como irracional y volátil, y evitaran provocar a Estados Unidos por temor a una respuesta impredecible. Sin embargo, esta teoría no funciona con aliados o socios comerciales que requieren certeza y el respeto de los acuerdos, y paulatinamente, Trump ha ido alejando a los socios históricos de su país como, por ejemplo, la Unión Europea, y sus vecinos Canadá y México, y se ha acercado a Corea del Norte y a Rusia.