Un encuentro particular entre Fito Páez y el Indio Solari. Sucedió en 1987, antes de un show de Los Redondos en Cemento. El corazón fue la clave y la excusa de la charla. Sobre todo, para entender la tragedia y la reflexión en tiempos crudos. De “Yo vengo a ofrecer mi corazón” a la “Ciudad de pobres corazones” y la promesa de cuidarlo como si fuera un genio amor.