Referencia ineludible en el campo de la educación y figura constitutiva de las memorias de las que estamos hechos quienes habitamos América Latina y aspiramos a la construcción de un horizonte político soberano, Paulo Freire visitó nuestro país en tres oportunidades. La primera de ellas tuvo lugar en 1973, durante la presidencia de Héctor Cámpora, cuando se encontraba en el exilio y fue invitado a Buenos Aires por el entonces ministro de Educación, Jorge Taiana, en tiempos en que su Pedagogía del oprimido marcaba el diseño de políticas tales como la emblemática Campaña de Reactivación Educativa de Adultos para la Reconstrucción (CREAR). Remembranzas de esa histórica visita, en un contexto en que la aspiración a aquel horizonte vuelve a ser objeto de los embates de las derechas autóctonas.