El artículo trata la relación entre los manuscritos previos a la escritura de la primera novela de Manuel Puig y la novela terminada (de 1968). El capítulo inserto cerca del final de la novela (en forma de "carta anónima") habla asímismo de la voluntad de conformar una estructura armónica, donde surja un movimiento bipolar de ritmo distendido versus otro agitado, a la vez que obliga a la participación del lector en la tarea de la identidad del presunto remitente del anónimo. La segunda carta analizada (el último capítulo de la novela) nos lleva al centro de una crítica genética en la que se evidencia el trabajo de pulimiento del broche final, como clave de todo el texto. La tercera carta analizada aquí (borrador de carta del escritor a la actriz Rita Hayworth, de 1966), es un paratexto (es decir: un texto no ficcional independiente). El borrador de esa carta a la actriz que da nombre a la obra sirve al geneticista como piedra de toque para descubrir la intención autorial con respecto al núcleo argumental de la novela, un núcleo que los esquemas pretextuales anunciaban como "la verdad".