Una de las problemáticas del presente que más ruido generan son las repercusiones que han tenido sobre el planeta y sobre la sociedad los grandes avances tecnológicos de los últimos 200 años. Tecnología y desarrollo han ido de la mano durante estos años, pero no han acompañado una mejora en términos sociales y ambientales en gran parte del mundo actual. Si nos remitimos en términos estrictamente sociales, los avances de la tecnología y el desarrollo han generado una brecha de desigualdad, tanto en términos de Estados, como en términos de distribución de la riqueza, que se estarían acercando temerosamente a los parámetros de desigualdad existente hacia finales del siglo XIX, según lo revelan los estudios del economista Thomas Piketty, en su libro “El capital en el siglo XXI. Si nos referimos en términos ambientales, esos mismos avances tecnológicos han generado una creciente preocupación en las consecuencias medioambientales que estarían afectando gran parte de la biodiversidad del mundo presente.