Puesta a escribir sobre las tradiciones y horizontes de los vínculos entre cine y ciencias sociales en Argentina consideraré algunos de los debates y cuestiones problemáticas que atraviesan el área, que se propone plena de cruces, y claramente hetrogénea y transdisciplinaria.
Desde sus orígenes el pensamiento cinematográfico estuvo estrechamente ligado a las ciencias sociales. Más aún, muchos de nosotros, sociólogos e historiadores, entendemos a la teoría cinematográfica como parte de una teoría social más amplia que nos permite identificar las significaciones de las producciones culturales y reconocer al mismo tiempo la especificidad y pertinencia de cada campo de conocimiento, campo con una autonomía propia, pero inseparable del conocimiento del resto de la sociedad y la cultura. En el caso del cine, su registro exclusivo, autónomo, será el de la imagen fílmica, una combinatoria de palabra hablada, imagen y sonido en un devenir temporal que es el montaje o el plano secuencia.