En la conversación con Oscar Horta, el cual actúa desde la contemporaneidad en la manera a problematizar la relación entre la moral, la política, los animales y el especismo, considera que somos capaces de percibir en qué medida el animal se constituye como una cuestión, un asunto y una esfera de actuación relacionada con la tarea del intelectual. Oscar Horta nos muestra que la cuestión animal se hace imprescindible al intelectual interesado ética y políticamente por el mundo, es decir, al intelectual que no reduce su intervención a la elaboración de análisis cuyo alcance teórico-práctico reforzaría los mecanismos de exclusión entrelazados al binarismo entre lo racional y lo no racional o entre el hombre y el animal. Más precisamente, Oscar Horta nos permite entrever que la cuestión animal es capaz de responder críticamente al colapso ético y político de esta tradición binaria responsable de justificar la opresión causada por el hombre al animal.