Arcadio Díaz Quiñones llama la atención sobre la opacidad que entraña el nombre Caribe en la historiografía moderna, más interesada en la emergencia de los estados nacionales que en los múltiples y frecuentemente secretos intercambios culturales que entraña como región histórica, cuyos límites geográficos y fronteras políticas suelen ser bastante inciertos (Díaz Quiñones 2006).