El presente libro de Carlos Altamirano, ya desde el pudor modesto de su título, no se propone ni instalar grandes preguntas ni descifrar enormes interrogantes, de modo oracular. Más bien discurre como la lenta y provisoria experiencia de una búsqueda o, en todo caso, de un work in progress, no conclusiva ni concluida. Intelectuales, eso esperamos, habrá en el futuro, por más que parezcan una especie en extinción suplantada por tecnoburócratas, y deberán enfrentarse a nuevos desafíos teóricos y nuevas definiciones y autodefiniciones, así como a autoimágenes.