Voces ásperas comienza con la descripción de las políticas que en materia de educación y cultura instrumentó el gobierno de Carlos Menem, durante sus dos mandatos consecutivos (1989-1999); el programa desarrollado, dice Ruiz, “buscó preservar y aumentar la estratificación de la población educativa: la política neoliberal y la crisis económica generaron un importante aumento de (nuevos y antiguos) pobres provenientes de los sectores populares y medios, hijos de desocupados y subocupados, para quienes quedó definitivamente obturada la movilidad social por la vía de la educación”. El primer segmento del libro avanza, desde este punto, por las distintas regiones en las que se hizo visible, como nunca antes, el abandono del campo cultural por parte del Estado. Sostenido por una valiosa investigación, que reúne entrevistas personales y notas que los diarios publicaban mientras las editoriales y librerías locales comenzaban a desaparecer o a ser absorbidas por los grandes grupos económicos extranjeros, este apartado inicial se ocupa de detallar los efectos que la globalización del mercado editorial y la adopción del neoliberalismo tuvieron sobre la escritura y la publicación de las novelas de los escritores emergentes en la década del noventa.