¿Qué es una verdad sospechosa? ¿La literatura?, como enfatiza uno de los epígrafes de Alfonso Reyes – “La literatura, una mentira práctica, es una verdad psicológica. Hemos definido la literatura: la verdad sospechosa”–; o ¿los ensayos sobre literatura argentina y teoría literaria, o sea, la crítica? El libro desde el comienzo desata esta ambivalencia y convoca, para ambos discursos, los sentidos activo y pasivo de sospechosa, pero de distinta manera. La literatura sostendría verdades que ponen en duda o bajo sospecha algo, en general la cultura, y a la vez es objeto de recelo o sospecha por parte de otros discursos sociales, por parte de la teoría o de la crítica. La crítica sostendría verdades que ponen bajo sospecha la literatura y otros discursos críticos y, a la vez, es objeto de su propia sospecha. En este libro la crítica se asume sospechosa de sí misma. La repetición refuerza esta idea. Repetir es, de algún modo, poner en duda lo ya dicho, plantear en esa duda si se lo realza o no, rectifica o reafirma; hacer pesar el pasado sobre el presente formulando demandas, volviéndose ese acto productor de diferencias y potencialmente confutable, repetible. Y La verdad sospechosa constituye un trabajo de repetición, de reescritura, sobre textos ya publicados y ponencias presentadas en congresos, producidos a partir de 1990 y hasta el año 2004.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)