Nos proponemos problematizar la noción de “discurso político”. Para eso, vamos a empezar por plantear una serie de interrogantes cuyo valor reside en su utilidad antes que en su pertinencia. Y es así: ¿cómo saber de antemano si una pregunta es pertinente? Cuando no se puede, al menos vale tenerla por útil, es decir, confiar en que se trata de una pregunta que movilizará otros interrogantes, como si se tratara de una reacción en cadena. Nos preguntamos, entonces, si existen discursos políticos más allá del conjunto de prácticas institucionalizadas ligadas al funcionamiento del Estado, o que disputan el sentido de la política en referencia a él. Si la respuesta fuera positiva, ¿qué caracteriza a un “discurso político” no producido en la esfera del sistema político? ¿Qué sería “lo político” de un discurso pronunciado por un agente (individual o colectivo) que no se dedica a la actividad política?