La tesis principal del libro es que, mas allá de cómo se haya clasificado los textos de cada uno de los autores que lo conforman —fantásticos, absurdos, extraños, ciencia ficción—, todos ellos comparten, recrean y expanden un tipo de literatura cuya trama está estructurada a partir de la intercambiabilidad de los distintos planos que componen la realidad: ficción y verdad, cuadro y modelo, copia y original, objeto y reflejo, imaginación y percepción, imaginación y recuerdo, sueño y vigilia, locura y cordura, teatro y mundo, obra y autor, arte y vida, signo y referente, se pliegan provocando en el lector una vacilación respecto del estatuto de lo “real”. Lo singular de la trama barroca es que esa vacilación podría darse tanto en obras fantásticas como no fantásticas.