Describir nuestra propia vida, nuestros objetivos y posibles logros científicos, así como nuestra psiquis y elucubraciones mentales puede llevarnos a presentarnos mejor de lo que somos. Por ello es importante incluir en esta descripción también, como nos vieron los demás. Para ello recurro al Dr. Pedro Cattáneo, que reseñó mi labor científica el 7 de Agosto de 1987 en la Asociación Química Argentina (AQA). Hago mías sus palabras retrotrayéndome al 28 de agosto de 1961 en una Sesión de Conferencias del entonces Instituto Argentino de Grasas y Aceites (IAGAL local de IRAM) donde diserté sobre Elaboración de aceites de pescado, tema que entonces señalé con la autoridad resultante de tres factores: profundo conocimiento de la química de esos tipos de grasas, experiencia personal en la industria y la visión e información recogidas en fábricas del viejo mundo que visité en dos oportunidades. Mi segunda experiencia tuvo lugar en el salón Florentino Ameghino de la Sociedad Científica Argentina, el 25 de noviembre de 1974 al recibir el Premio Dr. Enrique Herrero Ducloux 1970-71 de la Academia Nacional de Ciencia Exactas Físicas y Naturales, disertando sobre Algunas contribuciones al estudio de los ácidos grasos no saturados y su biosíntesis.